El desmembramiento que el levita hizo de su concubina y la distribución de sus partes, es una extensión de la insensibilidad fría que mostró hacia ella en Gabaa. Para “todo el que veía aquello” fue un acto de celo santo. Estaban estimulados a la acción y salieron “como un solo hombre” desde Dan hasta Beerseba (20:1 “Desde Dan hasta Beerseba” significa “desde el remoto norte hasta el remoto sur”.). Esto es, la citación de este levita despertó una respuesta que sobrepasó por mucho cualquier otra cosa lograda por los jueces que el Señor había levantado.
Habiendo convocado a la asamblea, el levita hizo un relato distorsionado de lo que había pasado, ideado totalmente para disfrazar su complicidad.
En vista de esto, el alto tono moral que adoptó tiene un sonido particularmente hueco. Ni siquiera es claro que su concubina haya muerto (como él implicó) como resultado directo de haber sido violada en Gabaa (v. 5). Pudo haber muerto por la propia mano de él cuando la llevó a casa (Jueces 19:28).
¿Qué sería de Israel cuando su asamblea podía ser reunida y manipulada por una persona de moral tan dudosa como este levita? Esa es la seria cuestión que plantea este segundo episodio.
Jueces 20:1-11. La asamblea
La respuesta fue vigorosa a medida que once tribus se juntaron en Mizpa. Después de escuchar las evidencias, ellos demandaron a la tribu de Benjamín que entregara a los culpables para ser puestos a muerte.
Benjamín se rehusó y formó un ejército de 26,000 hombres para enfrentarse con un ejército de 400,000 guerreros de Israel en una guerra civil. En una serie de tres guerras Israel perdió más de 40,000 hombres (Jueces 20:21, 25) y Benjamín perdió más de 25,000 hombres, más mujeres, niños y animales
La revelación del levita produjo los resultados que él quería: líderes y soldados de toda la nación, excepto:
v. 3 _________________________________________________ y
21:8-9 _______________________________________________
Se congregaron en Mizpa para decidir lo que iban a hacer. Después de escuchar la acusación del levita contra los hombres de Gabaa, el pueblo de Israel pronunció (Jueces 21:1-7):
Un veredicto _____________________________________________ e hizo
Un juramento _____________________________________________
Los números mencionados parecen demasiado grandes:
v. 2 Para 400.000, ver sobre Jueces 5:8.
v. 9 Se arrojaban objetos a la tierra o se sacaban de un recipiente, como un medio de buscar la dirección de Dios (Josué 18:6; Proverbios 16:33).
v. 10 Nuevamente los números parecen demasiado grandes. Posiblemente sólo la primera parte (10 hombres de cada 100) es original. La idea esencial es que el 10% de los hombres fueron apartados para actuar como una compañía de provisiones para el resto.
Jueces 20:12– 17. El llamado.
Las once tribus se habían puesto de acuerdo “como un solo hombre” (vs. 1, 8, 11) para atacar Gabaa, pero primeramente enviaron representantes por toda la tribu de Benjamín, llamando al pueblo a confesar su iniquidad y a entregaran a los culpables.
¿Cuál fue el resultado? ¡La tribu de Benjamín le declaró la guerra a todas las demás tribus de Israel! Benjamín apenas tenía 26.000 hombres que sacaban espada y 700 “hombres escogidos” que eran expertos con las hondas (vs. 15, 16). ¡Fue una guerra de hermanos contra hermanos!
Jueces 20:18- 48. La guerra.
El resultado de la asamblea fue una “guerra santa”. ¿Debe ser califica como tal?
Los representantes de las once tribus fueron al tabernáculo que estaba en Silo (Jueces 18:31; 1 Samuel 1:9) y consultaron al Señor ¿Por sorteo – Jueces 20:9 – o con el Urim y Tumim usados por el sacerdote – Éxodo 28:30?). La “casa de Dios”, pudiera ser que el lugar a que se refiere aquí sea el tabernáculo de reunión en Silo. Pero las referencias anteriores a la ciudad de Betel hacen probable que sea la misma ciudad que se tiene en vista aquí.
En el tercer episodio, el Señor aparece tan disgustado con el resto de Israel como lo estaba con los benjamitas, y lo muestra distribuyendo derrota y victoria en tal manera que todo Israel es juzgado. El es tanto el juez como el preservador de su pueblo descarriado.
v. 26 “Lloraron y ayunaron” eran actos de arrepentimiento (Jueces 2:4). Habían llegado a la conclusión, por lo que había pasado, que el Señor estaba disgustado con ellos. El holocausto simbolizaba la consagración total del oferente a Dios. Los sacrificios de paz (Levítico 3), que incluían una comida, simbolizaban el compañerismo restaurado con Dios y unos con otros.
v. 27 En este período “el Arca era movida a veces del santuario central, especialmente en tiempo de guerra (1 Samuel 4:4, 5 donde, como aquí, el santuario central estaba en Silo).
v. 28 “Fineas” aquí es el nieto de Aarón (Éxodo 6:25), no el Fineas posterior de 1 Samuel 4:4. El nombre es de origen egipcio. Cf. Jonatán, nieto de Moisés, en 18:30. Si estas genealogías se toman al pie de la letra (y no hay ninguna buena razón para hacerlo de otro modo), los eventos registrados en los caps. 17–21 evidentemente tuvieron lugar muy al principio en el período de los jueces.
v. 29 Se notan las tácticas usadas contra Hai en los días de Josué (Josué 8:3–8).
v. 33 Se desconoce la localización exacta de Baal-Tamar.
v. 35 Posiblemente el sentido original de 25.100 era “25 contingentes, 100 hombres”. Los 30 muertos del
v. 39. Este versículo es un resumen anticipado del detalle más completo que se da en los vv. 36b–46.
v. 45 La “peña de Rimón” era un afloramiento de piedra caliza a unos 6 km. al este de Betel, cortada por hondonadas en tres lados y con cuevas donde los fugitivos podían esconderse. El nombre perdura en la moderna villa de Rammún. Se desconoce la localización de Gidom.
v. 47 De acuerdo con la interpretación de los números, 600 hombres sería el grueso de la fuerza benjamita (ver sobre vv. 15, 35).
v. 48 En la guerra santa (guerra emprendida por orden directa del Señor) algunas veces se instruía a los israelitas no tomar ningún botín sino destruir todo como una forma de ofrenda a Dios. A esto se le llamaba “el edicto”. Era también una forma extrema de juicio divino sobre los enemigos de Israel (Josué 6:21; 1 Samuel 15:1–3) y, en ciertas circunstancias, sobre los mismos israelitas (Deuteronomio 13:12–18). Aquí se aplicó sin ninguna instrucción específica del Señor para hacerlo.
Preguntas para considerar
- ¿Dónde y con qué motivo se reúnen las tribus de Israel?
- ¿Cuántos hombres juntan los benjamitas para pelear contra los hijos de Israel?
- ¿Cuántos hombres tenía Israel?
- ¿Qué pasa con los israelitas en la tercera oportunidad y por qué?